¡Gocemos nuestra vida! (CS26)
octubre 8, 2006 § 1 comentario
¡Por fin! Gran pendiente en este blog. Y sí, todo sea por complacer a ustedes, selectos lectores, que me hacen el favor de visitar este humilde rincón. El buen lector Ismael Aguirre desde hace tiempo está solicitando esta joyita de canción: “Gocemos nuestra vida”, de Miguel Martínez.
Aquí la rola, ¡disfrútenla!:
Aquí la letra:
Gocemos nuestra vida (Autor: Miguel Martínez)
No quiero que te vayas todavía
espera que amanezca vida mía;
No sé hasta cuándo vuelvan
mis brazos a estrecharte,
mis labios a besarte con loca pasión.*Recuesta tu cabeza aquí en mi pecho
y quédate dormida corazón.
Gocemos nuestra vida y el mundo que se acabe,
abrázame muy fuerte te ruego por favor.[*Se repite]
No sé los antecedentes de la canción en sí. Tampoco tengo datos del autor. Sin embargo, bien podemos imaginar la escena, el escenario, de la canción. Algo quizá muy común pero que en lo bajo se suele hablar, aunque se disfrute en lo alto de nuestras emociones. Ahí están, dos amantes, dos personas piel a piel en total desnudez y enredados con abrazos, besos y caricias. El mañana es una promesa y es sólo en ese momento cuando la certeza es total y se saben queridos y amados. Entrega total. Total pasión. Un momento cuando efectivamente el Mundo no importa y su giro mucho menos. Sólo importa la vida y su gozo. El goce es lo único que cabe entre los pequeños espacios que los cuerpos dejan entre sí. Es tan fuerte el abrazo. Se acurrucan, se mecen. Gozan. ¡Qué más da la vida de cada uno! Lo que importa es la vida de ambos juntos, esa vida común que ambos tienen cuando fundidos están. Es la única seguridad de los dos: su vida… nuestra vida, dicen. Frente a la incertidumbre (no sé hasta cuándo vuelvan mis brazos a estrecharte), la seguridad del abrazo… y del ruego. La súplica por el deseo que se cumple cada momento como ése donde, como Javier supo expresarlo, se conjuntan la melancolía (por la separación) y la alegría (por los brazos que estrechan y los labios que besan). Un momento donde lo único que resta decir es eso, precisamente: gocemos nuestra vida… y el mundo que se acabe. ¡Qué va!
Por aquí nos vemos y leemos.
NB. Gracias mil, Raúl, por siempre tu valiosa ayuda.
[…] (en un disco raro donde los haya, pero sin duda de conocedores: ahí hay desde el alegre “Gocemos nuestra vida” hasta el rasgueo de “Voy”, pasando por un casi recitado “El adiós del soldado”, la […]