Enclave de Solís
enero 11, 2013 § 1 comentario
Acaso como su nombre, de Ángel Agustín María Carlos Fausto Mariano Alfonso del Sagrado Corazón de Jesús Lara Aguirre y del Pino es de quien más canciones se tienen en el repertorio javiersolista: treinta y dos; la mayoría en tres discos de larga duración: Lara Grever Baena (1962), Fantasía española (1962) y, claro, Javier Solís interpreta a Agustín Lara (1964, editado también como Trópico). De este último —todo él rico de sabroso— tenemos a la ya octogenaria «Clave azul», pieza que según la base de datos de la SACM tiene más orquestas, grupos y mariachis como intérpretes que solistas. De estos últimos la principal es su primera intérprete, la gran Toña la Negra; también la hay con Carmela Rey, Linda Arce, el propio Agustín Lara, el tenor Juan Arvizu y nuestro querido Solís. La letra es un enigma. Aquí va:
Clave azul (Lara, 1933)
Ya se va la clave azul,
se va el sol de marabú;
ya se va, no volverá:
jamás, pero jamás, la clave azul.
(bis)
Yo te dejo mi canción arrulladora
y me llevo tu mirar de gran señora,
tu mirada fascinante y misteriosa
a través del antifaz color de rosa.
Si recoges el rumor de mis querellas
temblarán en nuestro idilio las estrellas;
mis alondras a tu voz despertarán
y mis noches de dolor con tus ojos se iluminarán.
Ya se va la clave azul,
se va el sol de marabú.
(bis)
Se va la clave azul…
¿Qué o quién es la clave azul? ¿Y marabú? Lo segundo es fácil: una referencia a su orquesta El Son de Marabú; «sol» se escucha en la versión de Solís y, me parece, también en la voz de Lara: el sol de marabú bien puede ser el son y el resto de ritmos que salían de aquella orquesta… con clave incluída.
La clave de la clave azul puede estar junta con pegada del marabú: la Hora Azul, aquel programa radiofónico de la XEW donde amén de Lara y su orquesta, se escuchaba a toda una pléyade del bolero. La clave, entonces, puede ser aquella hora ¿pero por qué no volverá? Dada la fecha de la canción, 1933, no parece que fuera para una despedida de hora alguna, de ahí que haya incluso opiniones que ven la clave cual guiño a la mariguana —al uso que, se dice, le daba Lara en su labor creativa—; ¿elefantes con antifaces color de rosa?
Todavía más, sin atención a las fechas la inspiración puede decirse que llegó de un cabaret de la calle Corregidora de la ciudad de México… Pero la Clave Azul se inauguró en 1934 y fue más bien, ya se ve, un homenaje a la canción. Su dueño, Everardo López Noriega, invitó incluso a Lara y a Toña la Negra a la inauguración del local. ¿Cómo sonaría tal clave en cabaret?
Solís se encarga de brindarnos una versión única: ni quema ni alumbra: ilumina. Javier se da vuelo y colorea de principio a fin, con azules y rosas, la enigmática clave. Tan curiosa resulta que también al inicio se escucha la arenga javiersolista, ¡qué va!, y no solo en el intermedio, como solía Solís. El final es naturalísimo, un decrescendo de mucho peso al centavo; se va la clave pero uno se queda arrullado de tan arrollador sabor.
Sin duda, en clave el enclave. ¡Qué va!
[…] Solismanía goes into some of the lyrical questions en español. The blog focuses, of course, on Javier Solís’ wonderful extended version from 1964: The blogger wonders why “se va la clave azul.” However, the author misses the point that “La clave azul” was an outro. […]