Canción de la Semana 11
abril 12, 2006 § 1 comentario
Como las espumas, que ni qué, así pasan los días. Ya disculparán la ausencia, selectos lectores, pero no el silencio, música hay y bien: «Espumas» (1962) del colombiano más cantado, médico Jorge Villamil (Neiva, Colombia, 1929), un pasillo colombiano que en voz de Javier es un bolero ranchero de antología.
Villamil, relata, se inspiró en una paseo al río Magdalena y así, con sus espumas, el talento y —nos cuenta Villamil— una decepción amorosa, nació «Espumas». Enorme.
En Colombia la mejor versión, según el mismo autor, es la del dueto Garzón y Collazos; es pues, me atrevo a decir, la versión que el autor imaginó y concibió con el clásico ritmo pasillo. Sin embargo, dígase, seguramente no imaginó lo que Solís podía hacer con sus viajeras espumas y un mariachi: magia pura. Aquí la letra:
Espumas (Autor: Jorge Villamil)
Amores que se fueron
amores peregrinos
amores que se fueron
dejando en tu alma negros torbellinosIgual que las espumas
que deja el ancho río
se van tus ilusiones
siendo destrozadas por el remolinoEspumas que se van
bellas rosas viajeras
se elevan en danzantes
y pequeños copos formando el paisajeYa nunca volverán
las espumas viajeras
como las ilusiones
que te depararon dichas pasajerasEspumas tembladoras
de aguas fugitivas
van retratando amores
y bellos recuerdos que deja la vidaSe trenzan en coronas
de blancos azahares
de rosadas diademas
cuando llevan flores de las siemprevivasEspumas que se van
bellas rosas viajeras
se elevan en danzantes
y pequeños copos formando el paisajeYa nunca volverán
las espumas viajeras
como las ilusiones
que te depararon dichas pasajeras
Esto, selectos lectores, es una fábula hecha canción. Las espumas se encargan de darnos la lección de los amores peregrinos y mejor no puede ser. El relato en voz de Javier es, como el contenido del relato, más que preciso. Sus acentos, su énfasis, sus pausas, sus jugueteos, en fin, así como mejor se puede dar cuenta (y cantar) este tipo de lecciones. ¡Bellos recuerdos que deja la vida!, subraya Solís, un ejemplo más de los alcances de su voz… Así como aquel final de las dichas pasajeras que hacen precisamente eso en voz de Javier: pasar y dejar pasar a otras más. Bello.
Envío
Sirvan estas espumas como saludo grande y danzante a los amigos de Colombia, algunos de ellos, javierisolistas de ley, próximos ya a visitar tierra mexicana. Bienvenidos, cuates.
[…] Aquí hemos ya hablado de algunas canciones de ese disco: “Una limosna”, “Luz de luna”, “Espumas”, “Sigamos pecando” y “Las rejas no matan”; pendientes están, por ejemplo, el […]