Lo que nos faltaba

junio 29, 2007 § Deja un comentario

Vale, lo tomaremos con calma, selectos lectores, pero la cuestión es que hay en el mercado musical un material que se relaciona con la música de Javier, con su legado, pues. Tomen aire. “Tu retirada” (de José Alfredo) y “Sin fe y sin religión” (de Alberto Cervantes), grabados otrora por Solís y formando parte inmediata de su acervo de mejores interpretaciones, están incluídos en el nuevo cedé de Cristian Castro, El indomable (2007), siendo “Tu retirada” el primer sencillo de tal material. ¿Cómo ven?

Al parecer es la primera incursión de Castro en el género musical de Javier (oh sí, Javier se lo ganó muy a la buena). Así, además de los Fernández, Pablo Montero, Pepe Aguilar y Luis Miguel, Castro se une a la lista de intérpretes vigentes y, digamos, consagrados en la escena musical que hoy día, a su manera, rescatan temas de Javier y queriendo y sin querer le hacen segunda. Cristian, en este mencionado cedé, logra una interpretación que, en mi opinión, guarda más bien estrecha relación con la de Luis Miguel (por cierto, de su México en la piel vaya que hay material para hablar de Solís, cómo no, e.g., “Entrega total”), aunque en versión lenta, sobre todo en tales temas mencionados (con todo y que en “Sin fe y sin religión” el arreglo musical ayuda a la voz y le hace un mejor acompañamiento).

Sin embargo, si tomamos algunos temas de los diez que incluye el cedé… bueno, uno nada más, “Qué amor me quedará” es lo que mejor hace justicia al disco y a la incursión de Castro en el género en cuestión. En él se ve mucho mejor la herencia de Javier (es decir, dotar de sencilla e idónea elegancia al sonido del mariachi), y Castro logra ahí una muy buena interpretación, sin dejos de alguien más y con aceptable calidad. Me recuerda, acaso por su eco, aquél primer material de Vicente Fernández (La voz que usted esperaba, 1969), donde su voz encontró lugar perfecto en los temas escogidos para tal disco, y no se fue por ahí dando gritos o gemidos, como solía decir de él mi querido abuelo. Me imagino que la buena manufactura de dicha interpretación es porque en sí la voz de Castro se presta más para ese tipo de bolero con mariachi y no precisamene para lo ranchero —ni para el bolero ranchero. Ésa es la magia de Solís, de hecho: su voz pasaba sin problemas del bolero a lo ranchero, incluyendo, claro está, el bolero ranchero ¡qué va!

Por aquí nos vemos y leemos.

PS. El cedé incluye “Divina ilusión”… Así es, José José también tiene sus capillitas y éstas, como a Solís, le quedan debiendo. Así es esto del marketing.

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