Javier Solís Nunca Muere

abril 19, 2025 § Deja un comentario

Hoy Sábado de Gloria se cumplen 59 años de la muerte de Javier Solís. La coincidencia de fechas durante la Pascua acaso no sérá mera casualidad: Javier vivió su propio calvario y no para pocos fue mesías de la música mexicana. En este espacio se han referido algunos textos ad hoc. Lo dicho, no es mera coincidencia: Solís predicó cantando, el que tenga oídos para oír que oiga.

La voz de Solís sigue oyéndose y yéndose allende las fronteras de su México. En espacios como Instagram una de las mejores cuentas con material javiersolista es un javierista en Los Angeles, y qué bueno y qué bien. Cierto que Solís pareciera que exploró más hacia el sur y no tanto hacia el mercado norteamericano, pero hete ahí, en ambos polos, y Javier sigue estando.

Mañana es Domingo de Resurrección, mañana Javier Solís seguirá escuchándose: el que tenga oídos para oír que oiga.

El uno dos con los Beatles

abril 23, 2024 § 2 comentarios

Hace sesenta años Javier Solís superaba a los Beatles. Fue en 1964 cuando una vez más Solís estaba en el top de artistas en México que anualmente la revista Billboard enlistaba según los éxitos durante el año; para los Beatles era la primera vez que aparecían en la lista de México. Ambos artistas, claro, estaban también en el top 100 de artistas internacionales; los Beatles ese año además encabezaban el Top Single Artist (basado en las listas semanales de EEUU). En México, lo dicho, Javier Solís se reportaba primero y los Beatles en segundo.

«Quién es quién en el mundo de la música” era como la revista Billboard titulaba esas ediciones especiales anuales. Javier Solís en esos sus años se daba un quién vive con baladistas, orquestas y rocanrroleros. Era acaso el único, dirían ahora, cantante de regional mexicano o, dirían antes, ranchero de las listas. Los Beatles, se sabe, a partir de 1962 iniciaron su revolución y entre ese año y 1966 giraron por y en el mundo; ese 1964 daba cuenta por primera vez, en listas, de lo que sería el lugar de la obra de aquellos genios musicales. México estaba aún por recibir del todo la música de los ingleses; mientras, era un Solís lo que estaba apuntalando, pues él también a partir de 1962 afianzó su lugar (ese año fue el único solista latinoamericano en estar en el Top 50 de artistas internacionales) y encontró un norte de grabaciones y éxitos que no pararía sino hasta precisamente también un 1966 (hace 58 años).

Decía del 64, ese año en que los mejores artistas según el respetable y su música eran nada menos que Javier Solís y los Beatles. Sesenta años después ambos artistas siguen sonando y su impronta sigue y deja, por donde se la vea, aún frescos aires de calidad musical incluso vigente. Sesenta años después siguen siendo, o como dirían aquellos: “and in the end,…

A los 92 de su nacimiento

septiembre 4, 2023 § Deja un comentario

No sorprende que Guadalupe Pineda haya cantado aquel recuerdo a Javier Solís. El próximo año se cumplen treinta de la grabación de Enamorarse así (Ariola, 1994), gran disco producido y dirigido por Pepe Aguilar (primo de Pineda). Aguilar, se sabe, tiene a Solís como la mejor voz que ha pisado el planeta; no le falta razón, y mucho bien hizo en poner a la prima Pineda a recordar a Javier Solís con esa dupla de firmas javiersolistas: “Llorarás” y “Sombras” integran el track nueve de tan redonda producción. Así, en “Recordando a Javier Solís”, entre boleros, baladas y rancheras, menos de tres minutos le bastan a Guadalupe para recordar al rey del bolero ranchero y, de paso, recordarnos del por qué su metal de voz ilumina. No sorprende, quise decir, que Guadalupe Pineda haya recordado así de bien a Javier Solís.

Este primero de septiembre Pineda vuelve a recordar a Javier en sus grabaciones: sale al mercado (es decir, en streaming) Mis mexicanas favoritas (Pineda, 2023). Y ahí se enlista “Las rejas no matan”, oyendo su nombre, oyendo su voz. Sirva pues este regalo septembrino para celebrar este 4 al cumpleañero Javier, ¡qué va!

Una rápida de una lápida

abril 25, 2022 § 2 comentarios

Así como hay calles que cambian su nombre al de Javier Solís, también la tumba de Javier Solís ha visto cambiar sus nombres. Me explico. Recién con este pasado aniversario luctuoso y sus fotografías es que me doy cuenta de un detalle: la lápida de Javier Solís ha sido modificada. Hace más de diez años ocurrió el cambio, la fecha exacta no la sé, intenté averiguarla sin éxito. En las imágenes de internet se ve sobre todo la actual, pero buscando un poco más en el tiempo uno logra dar con la primera versión de la lápida. Así, aquella primera versión contenía los nombres de Javier, sus cuatro hijos (Gabriel, Gabriela, Camelia y Fabiola) y de Blanca Estela (última pareja de Solís); hace más de diez años se modifica la lápida: se quitan los nombres de Camelia y Fabiola, se ponen los apellidos de Gabriel y Gabriela Siria, se ponen los nombres de las nietas (Tania, Thalia y Daniela) y se agrega “tu amor” a Blanca Estela.

Primera versión de lápida de la tumba de Javier Solís
Segunda y actual versión de lápida de la tumba de Javier Solís

Supongo que los cambios obedecieron a cuestiones familiares (de los Siria Sáinz), la misma nieta, Daniela, por medio de un tweet, me confirmó ello. Nombres más, nombres menos, la tumba sigue siendo lugar de encuentro en los aniversarios. ¿Habrá más cambios debajo del nombre de Javier Solís y su fecha de defunción? Ah, la posteridad…

Pero estas palabras,
siempre un paso adelante de ti mismo
y a las que nunca alcanzas,
son ya posteridad cuando las dices,
son la ausencia de ti que te desplazan.
*

*de “Lápida” (2004) de Aurelio Asiain

Osa ya preso ser payaso

agosto 14, 2017 § 2 comentarios

En nueve se quedó la cuenta de canciones de Z. Maldonado con Solís, pero más de una habrá valido el doble. Una, incluso, se tiene en el cancionero javiersolista hasta con cuatro versiones (a saber: con Los Panchos, con trío, rondalla y con banda); y dos fueron las que, al parecer, Maldonado hiciera a la medida de Javier: “Qué va” y aquella multiversionada “Payaso”.

Arreglista también, Maldonado supo oír en Solís lo que todos veían, y ver lo que nadie había oído. No conforme con componerlo, Maldonado hasta lo arregló.

Si “Volver, volver” se vuelve coral cada que se canta (o grita, dicho sea con indirecta a los Fernández), “Payaso” se encierra en ese cofre que sólo Solís poseía, único e irrepetible. La hipocresía, por cierto, estaría en afirmar que “Volver, volver” tiene también lo suyo frente a un “Payaso”: no hay tal, la primera es muy inferior tanto en interpretación como en composición (y el propio autor lo sabía y reconocía). Si la anécdota es cierta, Maldonado no sólo vio la tristeza de un payaso a punto de salir a escena (después de una ruptura sentimental), sino también la poesía de aquella careta. Van los endecasílabos:

En cofre de vulgar hipocresía
ante la gente oculto mi derrota.
Payaso con careta de alegría
pero tengo por dentro el alma rota.
En la pista fatal de mi destino
una mala mujer cruzó el camino.
Soy comparsa que juego con mi vida
pero siento que mi alma está perdida.

A la mitad de camino la letra, su estructura, de verdad que se rompe. De una rima AB-AB se pasa a una herida CC-DD. Después, la risa de Solís redondeará la interpretación. La sella. Los estribillos con Solís sirven de maquillaje de esa careta inicial. Si la anécdota es cierta, Javier no sólo vio lo mismo que Maldonado aquella noche, sino también lo entendió de igual manera. El disfraz a la medida: lo que siguió fue la gran función.

Este año, el 20 de agosto, se cumplirán cien del nacimiento de Fernando Zenaido Maldonado. Los javiersolistas tenemos mucho que agradecerle, sus contadas perlas nos son invaluables, y sin duda su trabajo como compositor y arreglista allanó el camino de este nuestro cantante.

Estaría de más escribir que a Maldonado lo recordamos en este espacio con esta sencilla nota: a alguien como Maldonado se lo tiene siempre en mente cuando de Solís se habla y trata. Sirva de recuerdo más bien la siguiente postal: una canción de Maldonado —poco conocida incluso entre javiersolistas— y una imagen que intenta dar en el blanco (en señalar la puntería del maestro Maldonado con el intérprete Solís).

“Buena” con orquesta:

Javier Solís por AXR
Fotografía de Javier Solís intervenida por la artista visual Arantxa Rodríguez

Las cincuenta y tantas vidas de Javier

abril 19, 2017 § 5 comentarios

A partir de ahora comenzará la verdadera prueba de Javier Solís: superar el tiempo reservado para los clásicos. Es cierto que llegar a los cincuenta años sin que su música pierda volumen alguno no es cosa menor para un artista, sobre todo en el contexto de los últimos años de la industria musical; sin embargo, es después de un medio de siglo que la música popular cobra relevancia y, lo más importante, gana o deja de perder auténtico valor. Se terminó el periodo de recordar para no olvidar, comienza el recuerdo por el recuerdo: el de la valía de Solís. ¿Podrá Javier con él? Ya no dependerá tanto de Solís sino de quienes lo sigan oyendo o dando a oír. El de Tacubaya cimentó una obra sin duda valiosa, ¿qué tanto? Lo sabremos a partir de ahora.

Si lo que vale la pena se sopesa con el paso de los años, la salud se evalúa finalmente a partir de ciertos años: si hoy, con cincuenta y un años de muerto, Solís aún se oye, podemos estar seguros que con cada año adicional mucho mayor será el tiempo que Solís permanezca musicalmente: sus años de vida después de muerto serán los más. Dicho en corto, no es sólo que Solís, como Gardel, cante cada vez mejor, sino que también lo hace cada vez más. ¡Viva, porque vive, Javier!

Aviso para un cincuenta

abril 18, 2016 § 7 comentarios

Mañana diecinueve de abril se cumplen 50 años de la muerte de Javier Solís. Como ya es costumbre entre algunos javiersolistas, y algunos lo han estado preguntando en el libro de visitas de este blog, uno de los principales eventos es la reunión en el panteón Jardín de la ciudad de México; lo que pude sacar de información en la red es que la misa será a las 10 horas. Otro evento será en la Alameda de Tacubaya a las 13:30 hrs (México centro).

También habrá programas especiales en la red. Uno será en la radio Tiempo de Boleros, a las 13 horas (de México centro) en el programa “Las radio variedades del siglo xxi” de Rafael Aparicio. Otra transmisión especial habrá en la HG Radio. Ayer domingo, por cierto, hubo recordatorio especial de Solís en La Hora Nacional (de la RTC-Segob).

Y hoy en Venezuela, en Falcón, en el teatro Armonía, habrá  una “Gran noche de tríos recordando a Javier Solís” a las 18 hrs (hora local). Entrada libre.

Si Ud. avezado lector sabe de algo más, no dude en avisar.~

Saludo a la retirada

abril 19, 2015 § 1 comentario

In memoriam mi señor padre

La historia de José Alfredo con Solís es más o menos similar a aquella con Negrete: la muerte le arrebató unos sendos intérpretes que estaban por explorar y hacernos descubrir semejantes universos josealfredistas. Si bien el de Dolores Hidalgo tuvo a su mejor intérprete con él mismo, pocos fueron los hombres que le brindaron vestidos a la altura; además de su compadre, y acaso primer intérprete, Miguel Aceves Mejía, también los llamados tres gallos —Infante la pasó a lo grande— cumplieron a cabalidad la tarea de cantar a José Alfredo. Digo pocos hombres pensando en aquellas mujeres que, sobre todo a partir de los 60, dieron fuerza inesperada, por donde se la mire, a la inspiración de José Alfredo.

El de Tacubaya fue protagonista de un particular renacimiento, o mejor dicho, de una modernización. Atrás parecían estarse quedando las rancheras de José Alfredo, como si en una década la Columbia le hubiera tomado la exacta medida y no hubiera más a dónde ir. Quizá de ahí el cambio de aires a la RCA Victor. Solís empero estaba en la primera casa de José Alfredo y no había que dejar pasar esa pelota. Jonrón de José Alfredo… con la Columbia de Solís; he ahí, de ejemplo, las siete de diez —las restantes tres habían sido ya grandes éxitos en la Columbia— canciones editadas en el disco de Javier Solís para homenajear a José Alfredo (a un año de su muerte): Dos ídolos que se fueron (1974).

Fueron más de diez canciones que Solís le interpretó a José Alfredo. Grabadas fueron once en total; la excluida en aquél disco-homenaje es “Media vuelta”, por cierto grabada antes por Solís que por el compositor. El palmarés lo encabeza “Retirada”, no sólo por su exclusividad javiersolista, sino también por la interpretación de Solís: tan de a peso que no por nada es parte del mítico disco Sombras. De interpretaciones en sí, lejos no se queda “Amanecí en tus brazos” (también en Sombras), donde Solís, bien podemos decir, brinda la versión masculina de la genial versión de Lucha Villa. Y qué decir de aquella “Media vuelta”, rescatada en el cedé A 40 años… me recordarás (2006) y, ojo ahí, versionada por Los Panchos (Enrique Cáceres en la primera voz) en el muy sabroso Los Panchos con Javier Solís. “Poco a poco (Llegando a ti)” tiene además esa otra versión irrepetible de película, que también hay que oír. “Serenata sin luna” tiene una peculiaridad: la incluida en Temas inéditos de sus películas abre con un popurrí de sonidos josealfredistas (¿cuáles?, sería la trivia). En fin, de todas estas, “Retirada” y “Amanecí en tus brazos” son reconocidas en los discos del libro Y sigo siendo el Rey (Sony Music 2013) como perlas de interpretación en audio y video, respectivamente. La segunda, su video, es parte, y esto no lo aclara el libro, de la película Especialista en chamacas (1965), donde también Solís se despacha con esta excelsa “Retirada”:

Pero hay más canciones de José Alfredo de película. Canciones que no fueron editadas en disco y que sólo están disponibles en video (sueltos en la red o en las películas mismas), a saber: “Amor del alma” (en Escuela para solteras), “El silencio de la noche” (en Los hermanos muerte) y “La bola negra” (en Escuela para solteras). Es decir, avezado lector, que Solís tiene catorce temas josealfredistas para dar y, mal que bien, repartir. La mayoría, ya se ve, son parte del cancionero nuevo del José Alfredo de aquellos años, uno que se insufló de bríos sesenteros que se expandían al ritmo y competencia de baladas, pop y rock, y ni hablar del bolero ranchero que Solís encumbraba. Lo dicho, a Solís se le acortó el viaje y a José Alfredo la bienvenida y renovada compañía.

Quise pues en este 49° aniversario luctuoso recordar a esta mancuerna. Un recuerdo, hay que decirlo, que se queda a años y ensombrecido por ese sí gran recuerdo que Daniel Santos les regaló a ambos en su Recordando a… Javier Solís y José Alfredo Jiménez.Un tema, sin embargo, bien puede valer más, y cerrar, este recordatorio. Un saludo, homenaje, a sus retiradas. Un dúo de película, claro, entre Solís y José Alfredo: “La bola negra”.

Cada quien agarró su camino,
cada quien escogió su estrella…

También está el silencio en los zaguanes

abril 19, 2014 § Deja un comentario

Este nuestro cancionero murió dos veces: cuando mató a Gabriel Siria Levario, en 1955, y cuando cedió —y se dio— paso al mito javiersolista un 19 de abril de 1966. Se entiende, dicho sea, que el “Javier Luquín” fue sólo un ínter, un tentempié que engañó la lombriz de pocos: los muchos habrían de saciarse con la ambrosía por venir. Con el porvenir.

Solís tiene mucho que ver con sus dos muertes: a ellas se debe, por ellas fue. Con la primera labró su carrera artística; su profesionalismo tuvo que prescindir del nombre de pila (tan amateur) y de aquel insípido Luquín, incluso hasta llegó a inventarse otros lugares de nacimiento (Nogales, Sonora). A Solís nunca le acomodó su origen, es decir, al menos no el que representaba su primer nombre; sus postales personales las llegó a firmar (¿para afirmarse?) con ese otro nombre, y hombre, que se forjó a base de canciones. Solís, Javier Solís, con licencia para cantar.

Aquel abril de 1966 vuelve a morir el de Tacubaya, esta vez en carne y hueso. ¿Espíritu? La condición de Solís, sus circunstancias, estaba ya en todo sentido grabada; aquellas sus metáforas (los cirios, las sombras) se materializaron y junto con sus miles de seguidores lo rodearon en un panteón jardín. Flor perenne desde entonces. Nacía el mito, la leyenda: el tercer gallo, mamá de incontables pollitos, cantaría a partir de entonces para nunca ser negado (¡ay de aquel que lo haga: está escrito!). ¿Quién fue Javier Solís? Sobre todo, lo que sería.

Importa aquél recuerdo, sigan tocando; la muerte, como la noche, acerca agrestes lejanías: acompañen su soledad.

Luz a la sombra de Javier Solís

enero 26, 2014 § Deja un comentario

Hoy se cumplen ocho años de este espacio de solismanía, de la SOLISMANÍA.

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gif cortesía de saraigifs

 

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